Si quieres ser libre, sé libre
Se puede ser un millón de cosas
Sabes que es así
Y si quieres vivir al máximo, hazlo
Si quieres tener perfil bajo, hazlo
Se puede hacer de miles de formas
Sabes que es así
Puedes hacer lo que quieras
Tienes la oportunidad
Y si encuentras una forma nueva
Puedes hacerlo hoy
Puedes hacerlo realidad
Y puedes deshacerlo
Verás
Sólo debes saber
Si quieres decir "sí", di que sí
Si quieres decir "no ", di que no
Hay un millón de formas de hacerlo
Sabes que es así
Sabes que es así...
Reseña de www.latorredelreloj.blogspot.com (editada):
Charlie Bartlett es una de las mejores películas de adolescentes que se han hecho en mucho tiempo, de las que ya casi no se hacen (y a no ser que haya un poco de suerte queda en el olvido, como ésta que en nuestro país ha sido editada directamente en DVD sin pasar por cines), de las que fácilmente llega a un público más amplio que el propio adolescente, que es capaz de llegar a los adultos y mostrarnos que una vez fuimos adolescentes y pasamos por esto, y que aunque no lo creamos aun somos víctimas de las mismas u otras incertidumbres.
Con cierto aire a John Hughes, estamos ante una película muy inteligente que constituye un buen retrato de los confusos y difíciles años de la adolescencia.
Como si un moderno Ferris Bueller se tratara Charlie Barlett es un nerd que no encaja con los demás chicos de su edad, lo que lleva a hacer todo tipo de “trastadas” para llamar la atención a los demás adolescentes que le rodean y ser popular y por tanto querido y aceptado por los demás. Esto le lleva a meterse en más de un lío, y cuando llega a un colegio público tras ser expulsado de todos los colegios de pago de la ciudad por entre otras cosas falsificar carnets, la cosa no es diferente.
Con su inteligencia se dedicará a ayudar y apoyar a los demás y con ello hacerse con elos estudiantes, dedicándose a hacer de psiquiatra (en los baños) y recetar fármacos. El problema es que quien le ayuda a él, sus problemas personales y familiares no se irán así como así siendo popular, aunque el crea que sí.
Quizá no estemos ante una película original, pero sí ante algo diferente, refrescante y nuevo, gracias ante todo por su forma de estar tratada con inteligencia y madurez; a un buen y sensato guión sin excesos de moralina y repleto de ironía, humor y agudos diálogos; y a las soberbias actuaciones en especial de nuestro protagonista Anton Yelchin (un actor en alza al que posteriormente hemos visto en Terminator: Salavacion y Star Trek). Yelchin esta increíble en su papel, me ha encandilado y me ha hecho su fan número uno, presentando un gran talento y carisma, en algún momento sobreactuado, pero por regla general sorprendente en todo momento.
A este le acompañan Kat Dennings, Hope Davis, y Robert Downey Jr. en un pequeño pero importante papel de director de la escuela, un personaje algo autodestructivo, un adulto con igual o más problemas que los propios adolescentes, y en cierta medida un Charlie Barlett crecidito, ya que aun busca su lugar en la vida, además de querer encajar y agradar a los jóvenes del instituto, y sobre todo a su hija. Lo que nos lleva a replantarnos si las preguntas que nos hacemos en la adolescencia (¿quién eres?, ¿donde encajamos?, ¿hacia dónde vamos?, ……) las conseguimos responder algún día (creo que siempre las llevamos con nosotros aunque en la adolescencia se nos hacen más cuesta arriba).
A esta comedia agridulce, le faltan algunas cosas para hacerla redonda, quién sabe si en manos de un director más personal y con una mayor experiencia por parte de su guionista, Gustin Nash (su primera peli y por tanto un guionista a seguir) , hubiera dado más de sí (porque la verdad lo tiene todo para ello), pero aun así estamos ante una película muy molona, en donde su protagonista derrocha carisma y que es capaz de hablar de sexo, drogas y demás elementos que aparecen en las demás películas de adolescentes sin recurrir al humor burdo que tan de moda se ha puesto en esta clase de pelis, lo que ya es plausible y de agradecer.
Con cierto aire a John Hughes, estamos ante una película muy inteligente que constituye un buen retrato de los confusos y difíciles años de la adolescencia.
Como si un moderno Ferris Bueller se tratara Charlie Barlett es un nerd que no encaja con los demás chicos de su edad, lo que lleva a hacer todo tipo de “trastadas” para llamar la atención a los demás adolescentes que le rodean y ser popular y por tanto querido y aceptado por los demás. Esto le lleva a meterse en más de un lío, y cuando llega a un colegio público tras ser expulsado de todos los colegios de pago de la ciudad por entre otras cosas falsificar carnets, la cosa no es diferente.
Con su inteligencia se dedicará a ayudar y apoyar a los demás y con ello hacerse con elos estudiantes, dedicándose a hacer de psiquiatra (en los baños) y recetar fármacos. El problema es que quien le ayuda a él, sus problemas personales y familiares no se irán así como así siendo popular, aunque el crea que sí.
Quizá no estemos ante una película original, pero sí ante algo diferente, refrescante y nuevo, gracias ante todo por su forma de estar tratada con inteligencia y madurez; a un buen y sensato guión sin excesos de moralina y repleto de ironía, humor y agudos diálogos; y a las soberbias actuaciones en especial de nuestro protagonista Anton Yelchin (un actor en alza al que posteriormente hemos visto en Terminator: Salavacion y Star Trek). Yelchin esta increíble en su papel, me ha encandilado y me ha hecho su fan número uno, presentando un gran talento y carisma, en algún momento sobreactuado, pero por regla general sorprendente en todo momento.
A este le acompañan Kat Dennings, Hope Davis, y Robert Downey Jr. en un pequeño pero importante papel de director de la escuela, un personaje algo autodestructivo, un adulto con igual o más problemas que los propios adolescentes, y en cierta medida un Charlie Barlett crecidito, ya que aun busca su lugar en la vida, además de querer encajar y agradar a los jóvenes del instituto, y sobre todo a su hija. Lo que nos lleva a replantarnos si las preguntas que nos hacemos en la adolescencia (¿quién eres?, ¿donde encajamos?, ¿hacia dónde vamos?, ……) las conseguimos responder algún día (creo que siempre las llevamos con nosotros aunque en la adolescencia se nos hacen más cuesta arriba).
A esta comedia agridulce, le faltan algunas cosas para hacerla redonda, quién sabe si en manos de un director más personal y con una mayor experiencia por parte de su guionista, Gustin Nash (su primera peli y por tanto un guionista a seguir) , hubiera dado más de sí (porque la verdad lo tiene todo para ello), pero aun así estamos ante una película muy molona, en donde su protagonista derrocha carisma y que es capaz de hablar de sexo, drogas y demás elementos que aparecen en las demás películas de adolescentes sin recurrir al humor burdo que tan de moda se ha puesto en esta clase de pelis, lo que ya es plausible y de agradecer.
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