domingo, 14 de marzo de 2010

El último voto / Voto decisivo (de Joshua Michael Stern)

el-ultimo-voto El último voto de Kevin Costner, trailer en español.
Quisiera agradecerles por su hospitalidad. Ha sido muy interesante. Dije muchas cosas que no pensaba y ambos hicieron muchas promesas que probablemente no podrán cumplir. Para ser honesto los últimos días me han parecido como un extraño sueño. Lo que era algo gracioso ya no lo es. Según lo que he leído América casi se muere del susto. Sé que el mundo está mirando, tal vez hasta riéndose la gente en la televisión está diciendo que América de alguna manera se merece este momento. Supongo que eso significa a mí. No puedo decir que he sido algo la mayor parte de mi vida. En algún lugar del camino yo revisé y no es que tuviera grandes sueños pero una vez tuve algo. Algo cercano a la fe y a la esperanza o cualquier palabra que quieran usar para lo buena que podría ser la vida. Pero entonces los años empiezan a pasar rápido y de repente lo que le sale bien a todos los demás no te sale tan bien a ti. Pero esta noche me siento... avergonzado. He tenido mis oportunidades, más que la mayoría. Crecí en un país donde si hubiera decidido hacer más con mi vida que beber e ir a la deriva, podría estar parado tal vez donde están ustedes esta noche. En vez de eso, he tomado todo de gratis y no he dado nada. Estoy avergonzado frente a mi hija y a mi país, nunca he servido ni sacrificado nada de lo que me han pedido. Cosas tan sencillas como prestar atención, votar. Si América tiene un verdadero enemigo esta noche, supongo que soy yo. Esta noche un hombre común va a elegir entre dos hombres excepcionales. Mañana el voto de un hombre hará una diferencia. Porque mañana tendremos un presidente y no simplemente alguien que llene una silla en Washington. Necesitamos a alguien que sea más grande que sus discursos. El tipo de presidente del que aprendamos en la escuela y aún nos importe. América necesita un gran pensador. ¿Saben? Como un gigante, realmente alguien que le dé el frente a nuestros problemas. Alguien que tenga la sabiduría para guiarnos y ponernos en paz con nosotros mismos y con el mundo. Y para que conste quiero que los dos sepan que pienso grandes cosas de ustedes. Esta noche voy a hablar por personas que nunca he conocido cuyas cartas me conmovieron de una manera que no creí posible. Mi primera pregunta viene de Peter Matthews, de Kentucky: "Querido señor Johnson: Mi esposa y yo tenemos 3 pequeñas niñas ambos tenemos dos trabajos sólo tratando de subsistir. Y algunas semanas no lo logramos. Cuando trabajas duro y aún así no puedes ocuparte de tu familia empiezas a cuestionarte como sostén, como hombre. Sé que soy un hombre, he luchado por mi país y estoy orgulloso de ello pero me asusta pensar qué sucederá si una de mis niñas se enferma. ¿Puede preguntarle a los candidatos si somos el país más rico del mundo cómo es que tantos a duras penas podemos vivir?"

EL ESPÍRITU DE CAPRA
(Crítica de Javier Ocaña, diario El País de Madrid)

Ahora que Barack Obama aspira a revitalizar una nación maltrecha, tal y como hizo en los años treinta su homólogo Franklin D. Roosevelt con el new deal, parece que también resucita Frank Capra, algo así como el retratista cinematográfico del espíritu de Roosevelt, en la persona de Joshua Michael Stern, director y guionista de El último voto, sorprendente fábula político-social en torno a unas reñidísimas elecciones presidenciales en EE UU. Y para que no falte de nada, Kevin Costner se reencarna en James Stewart al interpretar a uno de esos héroes anónimos, personificación del ánimo de superación de un país, tan típicos del director de Caballero sin espada y Juan Nadie. Como en Salve, héroe victorioso (Preston Sturges, 1944), un tipo del montón que esconde una gran mentira se convierte en la personificación de todo un pueblo. No en vano, su voto efectuado pero no contabilizado en un principio decidirá la suerte republicana o demócrata de un Estado y, claro, de la presidencia. Lo que aprovecha Stern para disparar contra los medios de comunicación y contra el lado más absurdo de las campañas, dejando clara la futilidad del ideario político en beneficio del puro y simple negocio del voto. Pero lo hace con el convencimiento de que, en el fondo, y tras un periodo de reflexión, el ser humano es, como también pensaba Capra, bueno por naturaleza. Es el sistema el que lo corrompe. Sólo falta acabar con el sistema.


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