Título en inglés: The Arrangement
Año: 1968
Duración: 127 min.
País: Estados Unidos
Director: Elia Kazan
Guión: Elia Kazan (Novela: Elia Kazan)
Ayer vi El compromiso. Lo hice estimulado por mi primer contacto con la filmografía de Kazan: Esplendor en la hierba. Lamentablemente esta segunda experiencia me dejó decepcionado. La película se me hizo muy larga. Hay flashbacks recurrentes y un personaje atormentado por los recuerdos de casa y por su vida amorosa. No alcanza (la sociedad tampoco le alcanza al personaje). No me gustó.
Encuentro una sinopsis de la pela en internet:
"Un nuevo día comienza para los Anderson: Eddie se va a trabajar, dejando en casa a su mujer y a su hija, pero en la autopista intenta repentinamente suicidarse. Tras una estancia en el hospital, de vuelta a casa se encierra en un mutismo que sólo rompe para intentar reconstruir para su mujer lo que ha sido su último año de vida, en el que su éxito como ejecutivo de una empresa de publicidad y su relación con una secretaria de la agencia, Gwen, no han hecho más que poner en evidencia la falsedad de su vida. A partir de entonces Eddie intenta retomar las riendas de su vida, volviendo sin éxito a la agencia, recuperando su relación con Gwen y asistiendo a su padre moribundo frente a la oposición de su propia familia. En medio de esta crisis personal, recapitula sobre todo lo que ha sido su vida hasta entonces y tiene que hacer frente al intento de su esposa de recluirlo en un hospital psiquiátrico, de donde lo rescatará Gwen."
Sigo insistiendo en que la película es muy larga y resulta aburrida. Sin embargo, comparto una crítica elogiosa de www.criticalia.com:
"Estamos ante un excelente melodrama de implicaciones psicológicas, dirigido por uno de los grandes maestros de la dirección escénica teatral de Estados Unidos, Elia Kazan, un hombre nacido en Estambul, aunque de origen griego, emigrado con su familia en los primeros años de su infancia. Establecido en Nueva York, donde estudió, pronto se labró una notable reputación como actor y más tarde como director teatral. Creó junto a Lee Strasberg el Actor’s Studio, la más famosa escuela dramática del mundo, de donde surgieron talentos como Marlon Brando, Paul Newman o James Dean. Tentado por el cine, comenzó a dirigir películas cuando tenía treinta y seis años, en 1945, y hasta su último filme, en 1976, había rodado diecinueve cintas, entre las que hay algunas obras maestras como “Viva Zapata” , un desbordante ejercicio sobre el poder y la corrupción en política a su manera cuasi revolucionario; “La ley del silencio”, soberbio melodrama sindical, con el que Kazan quiso exculparse por haber delatado a compañeros izquierdistas ante el Comité McCarthy; “Al este del Edén”, drama sobre la juventud angustiada de la posguerra, casi un presagio de los años liberalizadores que llegarían en los sesenta; “Esplendor en la yerba”, donde la sensualidad y el sur se daban la mano; “América, América”, fresco histórico y costumbrista sobre sus antepasados emigrantes a Estados Unidos.
En “El compromiso”, Kazan adaptó su propia novela, contando la historia desgarrada de un ejecutivo en crisis que decide un día, casi de improviso, acabar con su vida. Salvado de la muerte por los pelos, este hombre se replantea lo que hasta entonces ha sido su existencia, y sus relaciones con su mujer, su amante, su padre. Hay sinceridad en este ejecutivo que ha alcanzado relativas cuotas de poder económico a costa de prostituir su vida, en un trabajo que detesta, en una familia que no le entiende. Encomiable labor de Kazan en la dirección, tratando con rigor un tema que, en otras manos, hubiera podido dar un detestable resultado. A ello contribuye sin duda un ajustadísimo reparto, encabezado por el imprescindible Kirk Douglas, formidable como siempre, y a quien siguen impecablemente Faye Dunaway y Deborah Kerr, en papeles especialmente difíciles por ser negativos. Secundarios de la talla de Richard Boone completan esta visión tirando a negra de un mundo sin demonio pero con carne. "
Encuentro una sinopsis de la pela en internet:
"Un nuevo día comienza para los Anderson: Eddie se va a trabajar, dejando en casa a su mujer y a su hija, pero en la autopista intenta repentinamente suicidarse. Tras una estancia en el hospital, de vuelta a casa se encierra en un mutismo que sólo rompe para intentar reconstruir para su mujer lo que ha sido su último año de vida, en el que su éxito como ejecutivo de una empresa de publicidad y su relación con una secretaria de la agencia, Gwen, no han hecho más que poner en evidencia la falsedad de su vida. A partir de entonces Eddie intenta retomar las riendas de su vida, volviendo sin éxito a la agencia, recuperando su relación con Gwen y asistiendo a su padre moribundo frente a la oposición de su propia familia. En medio de esta crisis personal, recapitula sobre todo lo que ha sido su vida hasta entonces y tiene que hacer frente al intento de su esposa de recluirlo en un hospital psiquiátrico, de donde lo rescatará Gwen."
Sigo insistiendo en que la película es muy larga y resulta aburrida. Sin embargo, comparto una crítica elogiosa de www.criticalia.com:
"Estamos ante un excelente melodrama de implicaciones psicológicas, dirigido por uno de los grandes maestros de la dirección escénica teatral de Estados Unidos, Elia Kazan, un hombre nacido en Estambul, aunque de origen griego, emigrado con su familia en los primeros años de su infancia. Establecido en Nueva York, donde estudió, pronto se labró una notable reputación como actor y más tarde como director teatral. Creó junto a Lee Strasberg el Actor’s Studio, la más famosa escuela dramática del mundo, de donde surgieron talentos como Marlon Brando, Paul Newman o James Dean. Tentado por el cine, comenzó a dirigir películas cuando tenía treinta y seis años, en 1945, y hasta su último filme, en 1976, había rodado diecinueve cintas, entre las que hay algunas obras maestras como “Viva Zapata” , un desbordante ejercicio sobre el poder y la corrupción en política a su manera cuasi revolucionario; “La ley del silencio”, soberbio melodrama sindical, con el que Kazan quiso exculparse por haber delatado a compañeros izquierdistas ante el Comité McCarthy; “Al este del Edén”, drama sobre la juventud angustiada de la posguerra, casi un presagio de los años liberalizadores que llegarían en los sesenta; “Esplendor en la yerba”, donde la sensualidad y el sur se daban la mano; “América, América”, fresco histórico y costumbrista sobre sus antepasados emigrantes a Estados Unidos.
En “El compromiso”, Kazan adaptó su propia novela, contando la historia desgarrada de un ejecutivo en crisis que decide un día, casi de improviso, acabar con su vida. Salvado de la muerte por los pelos, este hombre se replantea lo que hasta entonces ha sido su existencia, y sus relaciones con su mujer, su amante, su padre. Hay sinceridad en este ejecutivo que ha alcanzado relativas cuotas de poder económico a costa de prostituir su vida, en un trabajo que detesta, en una familia que no le entiende. Encomiable labor de Kazan en la dirección, tratando con rigor un tema que, en otras manos, hubiera podido dar un detestable resultado. A ello contribuye sin duda un ajustadísimo reparto, encabezado por el imprescindible Kirk Douglas, formidable como siempre, y a quien siguen impecablemente Faye Dunaway y Deborah Kerr, en papeles especialmente difíciles por ser negativos. Secundarios de la talla de Richard Boone completan esta visión tirando a negra de un mundo sin demonio pero con carne. "
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