viernes, 29 de mayo de 2009

GLADIADOR como motivación para futbolistas



Josep Guardiola, entrenador de F.C. Barcelona, acortó el calentamiento del equipo catalán para la final europea contra el Manchester United y cambió la charla por un vídeo con planos de la película GLADIADOR y jugadas brillantes de los futbolistas para animarles.

"Paco, hoy tienes diez minutos; yo necesito siete", le dijo Josep Guardiola al profesor, o sea, a Seirul·lo, el preparador físico del Barcelona. Obró en consecuencia. Por eso, los jugadores fueron vistos y no vistos sobre el césped del estadio Olímpico de Roma antes del partido. Mientras los del Manchester United se calentaban los músculos en el campo, los azulgrana desaparecieron.

En esos minutos, Guardiola y su mano derecha prepararon la pantalla gigante y el proyector que se habían traído de Barcelona y que la tarde de antes, durante el entrenamiento, habían ocultado en el vestuario. Guardiola apagó la luz. Los técnicos, los empleados y, por supuesto, todos los jugadores, guardaron silencio y el entrenador le dio al play.

A partir de ese momento y durante 7m 10s, Guardiola tocó la fibra del equipo con un vídeo que empieza con imágenes de la película Gladiator, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe y Joaquin Phoenix. La cinta narra las andanzas del general romano Maximus Decimus Meridius, que, traicionado por el ambicioso hijo del emperador, se convierte en gladiador y llega a desafiarle en el Coliseo romano. La película ganó cinco oscars en 2000, incluido el premio a la mejor, y fue candidata en otras siete categorías.

Donde había caras de gladiadores dispuestos a morir por su honor, el vídeo incorpora acciones de todos y cada uno de los jugadores, gestos puntuales y muy concretos de cada uno. Por ejemplo, escenas en las que Víctor Valdés saca una mano espectacular, goles de Eto'o y el trabajo en solitario que Iniesta llevó a cabo para recobrarse de su lesión a tiempo de jugar la final.

Un ritmo trepidante de planos y la banda sonora de la misma película llevan a la traca final. El vídeo termina con el último anuncio de la empresa que patrocina al Barça, al que se le suprimió la voz de Guardiola, pero en la pantalla se podía leer: "Somos el centro del campo, somos nuestra precisión, somos nuestro esfuerzo, somos atacantes que defienden, somos defensores que atacan, somos nuestra velocidad, somos el respeto a nuestros rivales, somos el reconocimiento de nuestros rivales, somos cada gol que hacemos, somos los que siempre buscamos la portería contraria. ¡SOMOS UNO!". Mientras tanto, a un volumen atronador, el audio escupía el Nessun dorma, el aria del acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini:

"¡Disípate, oh noche! ¡Ocultaros, estrellas! ¡Ocultaros estrellas!

¡Al alba venceré!

¡Venceré! ¡Venceré!".

Dicen que, al encenderse las luces, algunos futbolistas lloraban y que sus gritos demostraban que el objetivo estaba cumplido. Guardiola les metió en el partido sin abrir la boca. Y no es la primera vez.

Ya en su época en el filial, utilizó este sistema para motivar a los jugadores. También a lo largo de esta exitosa temporada, que terminará mañana en A Coruña con una mariscada después del partido contra el Deportivo. El entrenador del Barça ha usado esa técnica de motivación visual en otras ocasiones gracias a la impagable colaboración de un buen amigo, el periodista Santi Padró, de TV-3.

"Necesito un vídeo para Roma", pidió Guardiola a Padró, que, mano a mano con el montador Jordi Gayà, creó una joya en formato DVD. Así, Guardiola logró su objetivo: motivar a sus futbolistas, que sobre el césped del estadio Olímpico se batieron cual gladiadores en la arena del Coliseo romano.

Fuente: diario El País de Madrid.

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miércoles, 13 de mayo de 2009

Déficit




La imagen no le hace honor al nombre de la pela, pero insinúa algo: dos mundos separados por un charco que a veces es fácil de atravesar, sólo se requiere un chapuzón. La barrera no siempre es una piscina. La pileta es sólo una metáfora de las barreras tácitas y graníticas que intentan separar a los ricos de los pobres, o -para recordar una serie televisiva peruana- los de arriba y los de abajo. Las muchachas disfrutan de la vida alegra y al frente, el empleado las contempla. La pitucas y el indio, en un México tan fracturado como el Perú.

Gael García dirige su primera película y trata de salir airoso. Intenta explorar los contrastes sociales, el racismo sin bozal y también el asolapado. Será que la sociedad mexicana se parece tanto a la peruana. Es un versión charra de Dioses (si vale la comparación). Me gustó. Si se hubiera llamado Crisis (la sexual, la social, la económica, etcétera) me hubiera gustado más.

Acá algunas apreciaciones del actor-director: "Existe una gran orfandad en todos los personajes, por eso creo que el título Déficit le viene muy bien, porque todos los personajes viven en pérdida".

Gael reveló que el proceso de elegir el título tuvo que ver con la temática del filme.

“Siento que déficit es de las primeras palabras que aprendemos; déficit, crisis y devaluación son palabras constantes, democracia también. El déficit se convierte en un mantra perenne; siempre vamos a estar en crisis de alguna manera y la pregunta es: ¿qué tan bajo podemos caer para después subir?

El punto principal de la película es ver cómo estos chicos que crecieron juntos llegan a un momento en el que ya no pueden ser amigos y compartir el mismo universo, con todo y que físicamente están ahí. Son víctimas de la sociedad y el orden de las cosas.”

Para Gael, aunque su debut no haya sido con un documental (género que impulsa con la gira de documentales Ambulante), Déficit sí contiene un nivel de crítica, ya que como todo trabajo cinematográfico, tiene su muy particular manera de abordar la realidad.

“Siento que trae a la mesa un tema pocas veces tratado en el cine latinoamericano: que es la clase alta, porque tal vez adoptamos que ese cine, es cine de pobres.

Puede tener una lectura de denuncia a la realidad que vivimos todos los días: hay temores, constante búsqueda de identidad. En México pones una cámara en cualquier lugar y haces una crítica por las incongruencias que estamos viviendo. Es nuestra responsabilidad hacer este tipo de películas” acotó el actor.


GLADIADOR


No se puede decir mucho frente a un filme de otro lote. El personaje le hace honor a su nombre: es lo MÁXIMO. Final emotivo, intenso. Sí, hasta las lágrimas. Como pocas, como las mejores.

Acá la historia, según Wikipedia:

Gladiator, es una película de 2000, del género acción, drama y ficción histórica. Dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe, Joaquín Phoenix, Connie Nielsen, Djimon Hounsou, Oliver Reed y Richard Harris en los papeles principales.

Russell Crowe representa al ficticio general romano Maximus Decimus Meridius, amigo del emperador Marco Aurelio. Es traicionado por el ambicioso hijo del emperador, Cómodo, quien asesina a su propio padre y toma el poder. Capturado y esclavizado en Hispania, provincia del Imperio Romano, Maximus se convierte en gladiador y llega a desafiar al mismo emperador en el Coliseo.

La película ganó cinco premios Óscar en su LXXIII entrega, incluyendo el premio a la mejor película, y fue candidata en otras siete categorías.

El Pasado (basada en la novela de Alan Pauls)


La película, antes de verla, seduce porque está basada en una novela del escritor argentino Alan Pauls y porque, además, el personaje principal es nada menos que Gael García. Pero, más allá, de algunos momentos interesantes (muy pocos hilarantes... lo que es peor, humor involuntario). El largometraje tiene una medianía y es fácilmente olvidable.
El sitio oficial: http://www.filmelpasado.com/