Carlos Sorín: "Me interesé en la vida de Chejov"
El realizador de Historias mínimas presenta hoy en Toronto su nuevo filme, La ventana, inspirado en las últimas horas de vida del escritor. Aquí explica la génesis de un proyecto que lo toca en lo personal.
Este festival se caracteriza -entre tantas otras cosas, como incluir películas con estrellas de Hollywood y un cine más decididamente de autor- en presentar premieres mundiales. Y una de ellas es argentina. Además de las otras seis películas nacionales, que se ofrecen en distintas secciones, esta noche Carlos Sorín estará presente en la primera proyección internacional de La ventana, su nueva realización, que no irá a competir a ningún otro festival por el momento.
El director de La película del Rey e Historias mínimas llegó ayer mismo desde Buenos Aires, bien temprano por la mañana y al mediodía atendió a Clarín. Conocido por su sentido del humor, habló de su filme, aunque confesó que nunca lo vio terminado, así que lo "descubrirá" junto con el público.
La trama de la película es tan sencilla que "es casi inexistente, te podría decir que se evapora con sólo contarla", sonríe. Antonio es un hombre de 86 años que ha tenido un incidente cardíaco y espera a su hijo que, informado, regresa de Europa. Esas doce horas de espera, del amanecer al atardecer, es lo que se cuenta en la película. También es sobre el tiempo, sobre el fluir del tiempo, "y me hubiese gustado titularla Las horas, pero existe el filme de Stephen Daldry con ese nombre..."
¿Cuál es el origen de la historia que contás en "La ventana"?
Creo que se unieron varias cosas. Por un lado, mi antigua afición por Chejov, que revivió en el último año. Aparte de releer buena parte de sus cuentos, me interesé en su vida y busqué durante semanas un ejemplar en castellano de la que seguramente es la mejor biografía del escritor: La dramática vida de Anton Chejov, de Irene Nemirovsky. La encontré por internet. La descripción de las últimas horas de vida del escritor en un hotel del balneario de Badenweiler despidiéndose de su esposa y su médico con un brindis con champagne es realmente conmovedora. Tanto como el cuento de Raymond Carver, Tres rosas amarillas, en el que relata minuciosamente el mismo episodio. Esas lecturas estuvieron presentes en la génesis del proyecto.
Pero también hubo un hecho singular que cimbronó en el interior de Sorín: el año pasado falleció su padre. "Y aunque uno sepa que lo natural es que los padres mueran antes que los hijos, nunca termina de acostumbrarse a un hecho así, y también debe haber influido", concede.
¿Como se te ocurrió pensar en Antonio Larreta como protagonista?
Fue una idea de mi socio productor, José María Morales, que está haciendo un filme sobre la vida de Artigas basado en un guión de Antonio "Taco" Larreta. Siguiendo mi secuela de actores "no actores", yo quería un escritor para hacer el personaje que también es escritor. Hay una forma de hablar, de manejar la palabra, que es exclusiva de un escritor. ¿Quién no recuerda la forma de decir de Borges o Neruda? Tienen una musicalidad muy especial. Bueno, yo quería que de alguna manera eso estuviese en la película. Por otro lado también quería que tuviese 85, 86 años. La fragilidad de esa edad no la quería actuada, quería que fuese de verdad. De cualquier forma, "Taco" Larreta algo actuó, porque aunque realmente tiene 85, está en muchas mejores condiciones que el personaje. Y está la mirada, esa mirada inteligente que "Taco" no la actúa, la tiene.
¿Y como lo convenciste?
Viajé a Montevideo bastante nervioso, pero me encontré con que "Taco" estaba tanto o más nervioso que yo. Quería hacer el personaje, pero pensaba que no era la persona indicada. "Yo como actor soy antiguo", me decía, "soy un viejo actor uruguayo y no te voy a servir". Ahora que ya está hecha pienso que está muy bien en la película, realmente. En el elenco también está Arturo Goetz e hicieron una participación especial Carla Peterson y Luis Luque.
Sorín fue a filmar hacia el Sur, aunque no a la Patagonia. "No volví a la Patagonia -confirma-, pero filmé cerca de Bahia Blanca, cerca de Sierra de la Ventana y del límite con La Pampa. Algunos dicen que por ahí empieza la Patagonia, pero el paisaje es menos ríspido y mas bucólico."
¿Con que expectativas llegás a Toronto?
Más que expectativas llego con temores. No vi la película. La edité por un lado, trabajé el sonido por otro, pero nunca vi como funciona todo junto y en pantalla grande. La copia en 35mm. salió de Madrid y llegó a Toronto. Yo no fui a España y las únicas opiniones de gente que la vio son de las de mis socios y del director de fotografía. Nunca me pasó esto. Siempre llegué a los festivales con algunas pruebas previas con público. Ahora no. En fin, los whiskies que suelo tomarme después de la proyección me los tomaré antes...
No es la primera vez que Sorin viene con una película a Toronto. Bueno, es la segunda. "Vine con El perro y fue un éxito de ventas aquí totalmente desmedido. No creo que con esta peli repita".
Hablabas de los "no actores" que solías elegir. ¿Que balance podes hacer, qué es lo mas positivo y qué lo que no te convence de trabajar con ellos?
No tengo una opinión formada. Por un lado trabajar con "no actores" es muy limitante en el trabajo en profundidad del personaje, además de trabajoso, agotador. Y azaroso: nunca sabes cómo va a salir. Trabajando con actores podés pisar más sobre seguro, construir mas. Pero por otro lado extrañás lo imprevisto, una cierta frescura que puede salir de algo no programado, de lo "accidental". No sé qué es lo mas adecuado. Supongo que depende del tipo de película que uno quiere hacer.
Sorín viene de Buenos Aires, pero estuvo en Bogotá pocos días antes de partir. "Fui a evaluar y elegir los guiones que debían ser premiados con las ayudas que da la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura. Fueron unos días muy intensos. Hay mucho entusiasmo en Colombia con el cine. Da la sensación de que el cine colombiano está próximo a un despegue. Ojalá se dé."
Con "La ventana", ¿sentís que cerrás, al menos momentáneamente, un tipo de realizaciones, que arrancó con "Historias mínimas"?
A La ventana la veo distinta a Historias... y su saga. Es una película más construida, al menos en lo que se refiere a la imagen. Por eso filmé en 35mm., por la posibilidad de tener una imagen mas elaborada. También me parece que es una película un poco más ríspida, menos gratificante. Es también algo más ambigua, dando tiempo al espectador para que complete las cosas en su mente. De cualquier manera no estoy aun en condiciones de evaluarla. Esta noche, después de la proyección quizá tenga una idea mas próxima a la realidad.